Jugos Swing: sabor, innovación y sostenibilidad en cada botella

Nos comparte cómo surgió la idea detrás de la marca, la evolución de la empresa, sus estrategias de marketing a través de redes sociales y el impacto que han tenido en San Juan y Mendoza. Además, nos habla sobre los desafíos del contexto económico y las oportunidades que vislumbra para el futuro de la empresa.

In San Juan: ¿Cómo surgió la idea de comenzar a elaborar jugos naturales?
Rodrigo Monserrat: Inicialmente, nunca pensamos en vender jugos naturales. La idea surgió cuando con un amigo, que hoy es mi socio, decidimos participar en una feria y no teníamos claro qué vender. Se me ocurrió la idea de vender jugos naturales, con una receta que hacía mi suegra que era muy buena. A eso le sumamos venta de sándwiches de jamón crudo, pero todos nos hablaban de lo rico que eran los jugos. Ahí nos dimos cuenta de que habíamos encontrado algo especial, y como ya teníamos experiencia como emprendedores, vimos que esto podría escalar a futuro.

IN: ¿Cuáles fueron los mayores desafíos de emprender en este sector?
RM: Mis desafíos fueron cambiando mucho con el tiempo. Como ingeniero químico, al salir de la facultad, me enfrenté a la realidad de que había muchísimo trabajo y muchas cosas que aprender. Uno de los desafíos más grandes fue darme cuenta de que hay personas que pueden hacer las cosas mejor que uno y que es crucial aprender a delegar, motivar y tratar bien a la gente. Al principio, como dueño, sentía que nadie haría las cosas como yo, pero con el tiempo, especialmente durante la pandemia, entendí que tenía que construir una empresa donde las personas fueran lo más importante, sin depender de mí para todo. Esa transición me enseñó que hay mucho más por aprender, y que ser emprendedor implica capacitarse constantemente en temas como ventas y marketing.

IN: ¿Cuántos litros elaboran mensualmente y cómo es su red de distribución?
RM: Actualmente producimos entre 60.000 y 70.000 litros al mes, principalmente de jugos de naranja, limonada y limonada con menta y jengibre, y estamos por lanzar un nuevo sabor de pomelo. En San Juan somos un equipo de 10 personas; en producción hay 3 personas, tenemos 2 repartidores y estamos reforzando el equipo para la temporada alta. En Mendoza, la producción es más baja, con unas 4 personas que producen unos 300 a 400 litros diarios.

Distribuimos la producción en San Juan en un 95% a bares, restaurantes y hoteles, y tenemos dos rutas de reparto, cubriendo distintas zonas de la ciudad en días específicos. Además, con la apertura de nuestra tienda, estamos reforzando estrategias de marketing para llegar directamente a más consumidores, especialmente para eventos y reuniones. Nos estamos enfocando en ofrecer una alternativa saludable que llegue a todas las familias sanjuaninas.

IN: ¿Qué crees que distingue a Swing de otros productos similares del mercado?
RM: Nuestro producto es único y natural, algo que al principio no era común en el mercado sanjuanino. Es diferente a los jugos caseros y a los procesados que se encuentran en los supermercados. En nuestra elaboración usamos frutas frescas y le agregamos agua, con o sin endulzantes, lo que lo hace más suave y fácil de acompañar con las comidas. Gracias a esto, logramos cambiar la cultura de consumo en la provincia, donde ya es común pedir una jarra de jugo en bares y restaurantes, algo que antes no existía.

IN: ¿Realizan alguna práctica sustentable en la elaboración de sus productos?
RM: Trabajamos de forma sustentable en varios aspectos. Nuestros envases son reutilizables: los bidones plásticos que usamos los clientes los devuelven, y eso les permite pagar solo el producto, no el envase. Además, las botellas son de vidrio o polietileno, materiales que pueden reutilizarse muchas veces. Incluso, los bidones que no se devuelven suelen tener un uso prolongado, como para productos de limpieza. En cuanto al agua, usamos una hidrolavadora que consume solo 2.000 litros por día para la limpieza, minimizando el desperdicio. También reciclamos las tapas con una empresa especializada, y las cáscaras de nuestras frutas van para alimentación de ganado. Para los eventos en el foodtruck usamos ecovasos que pueden recargarse y llevarse a casa, además de ofrecer sorbetes biodegradables de caña de trigo.

IN: ¿Tuviste otros emprendimientos antes de Jugos Swing?
RM: Siempre tuve la motivación de emprender. Desde chico, con un socio, empezamos vendiendo tartas de coco para resolver un problema puntual. Después, nos metimos en novedades como cargadores y cigarrillos electrónicos, que en su momento eran algo completamente nuevo en la provincia. También tuve una tienda de productos electrónicos, donde vendíamos parlantes temáticos basados en personajes populares. Siempre apuntábamos a lo novedoso, pero cuando los productos se masificaban y los precios caían, buscábamos otra cosa. Así fue como llegué a los jugos. Vi un potencial a largo plazo, algo que podía escalar y que el mercado realmente necesitaba. Ese enfoque nos permitió establecer Swing como algo único y duradero.

IN: ¿De qué manera tu experiencia generando contenidos en redes sociales ha influido en la promoción de tu marca de jugos naturales?
RM: Mi experiencia generando contenido en redes sociales ha sido clave para la promoción de Swing. Todo comenzó haciendo fotos y vídeos simples en el local, mostrando los productos a nuestros clientes. Eso nos hizo notar el impacto positivo que generaba en ellos y en nuestro negocio. A partir de ahí nació Mansa Data, un proyecto enfocado en promocionar el turismo y los negocios gastronómicos de San Juan. Esta experiencia me enseñó la importancia del marketing para conectar con el público correcto y lograr un crecimiento exponencial. Me obsesioné con aprender sobre marketing, leyendo libros, escuchando podcasts y experimentando con estrategias. Entendí que no solo se trata de procesos o productos eficientes, sino de escuchar al cliente y ofrecer soluciones que realmente le interesen.

IN: ¿Qué los motivó a expandirse a Mendoza y cómo ha sido la respuesta de los mendocinos hacia sus productos?
RM: Decidimos expandirnos a Mendoza porque es una provincia cercana con un gran atractivo turístico y una logística accesible. Además, delegamos la operación a un socio que vive allá, lo que facilitó montar la fábrica y comenzar a comercializar hace un año. Aunque la aceptación ha sido un desafío, como ocurrió al principio en San Juan, estamos introduciendo la marca de a poco, reforzando nuestra identidad con estrategias como vehículos identificados. Confiamos en que, con tiempo y esfuerzo, lograremos posicionarnos mejor y aprovechar el enorme potencial del mercado mendocino.

IN: ¿Cómo ves hoy en día a la industria y al país?
RM: Hoy en día, veo a la industria argentina enfrentando desafíos enormes debido a la falta de políticas claras y estables. Es crucial que como país definamos pilares fundamentales que trasciendan los partidos políticos, porque la constante incertidumbre aleja tanto a inversores extranjeros como locales. Sin reglas claras y confianza en el sistema, es difícil que las empresas crezcan y sean competitivas en un mundo que avanza rápidamente. Un dato que lo refleja es que los argentinos tenemos más dinero en dólares guardado que el valor total de nuestras empresas, lo que muestra una falta de confianza en invertir aquí. Hasta que no logremos ponernos de acuerdo como sociedad y generar estabilidad, será muy complicado avanzar.

IN: ¿Qué desafíos y oportunidades ven para la empresa en los próximos años?
RM: Veo que los principales desafíos y oportunidades para la empresa están en la tecnología y la digitalización. Estamos en un momento de cambios acelerados, con avances como la inteligencia artificial que transformarán el mercado laboral y abrirán nuevas posibilidades para quienes estén preparados. Creo que debemos capacitarnos constantemente y pensar en un mercado global, no solo en Argentina. Hoy es más fácil que nunca ofrecer servicios y productos al mundo desde aquí, y eso es una gran oportunidad para crecer sin necesidad de emigrar. Adaptarse al cambio será clave para aprovechar estas nuevas realidades.